HOMILÍA
II DOMINGO DE CUARESMA
Ciclo C
Gn 15, 5-12. 17-18; Flp 3, 17- 4, 1; Lc 9, 28-36.
“Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto” (Lc 9, 29).
In láak’e’ex ka t’aane’ex ich maya kin tsikike’ex yéetel ki’imak óolal. U T’aanil Yuumtsile’ ku ye’esik to’on bix Abraham, ku ts’o’okole’ Pedro, Santiago yéetel Juan, ku kaxto’ob Kué tí payalchi’. Sáansamal k’a’abet payalchi’ex jach ti’ u k’iinilo’ob Cuaresma. Waa beetik yeetel oksa’ óolal, jaa óolal, yéetel tu láakal k’iin, ku Ye’esikuba Yuumtsil ti’ to’on je’e bixake’.
Muy queridos hermanos y hermanas, les saludo con el afecto de siempre en este segundo domingo del santo tiempo de Cuaresma, camino hacia la Pascua.
La Cuaresma es un tiempo especial para intensificar nuestra oración personal y comunitaria. Sacrifiquemos un rato las redes sociales para conectarnos con el Señor, todos los días de Cuaresma y durante toda nuestra vida cristiana. Necesitamos de la oración para encontrar la paz interior tranquilizándonos delante de Dios, para meditar un poco, y claro, para alabar al Señor, darle gracias y presentarle nuestras peticiones. Además, con oración podemos tomar las más sabias decisiones.
Dios se nos puede manifestar de una y mil maneras en el momento en que oramos, y si estamos atentos lo podremos palpar. Hoy la primera lectura, tomada del Libro del Génesis, nos presenta un momento de encuentro personal de nuestro padre Abraham con el Señor. Era un momento de oración y con una revelación extraordinaria por parte de Dios. Y es que la situación lo ameritaba: Abraham era el primer creyente en el Dios verdadero, que se alejó del culto a otros dioses a los que los demás hombres adoraban; además, el llamado de fe para Abraham era muy demandante, pues el Señor le pedía creer en su promesa de engendrar un pueblo numeroso cuando él y su esposa Sara eran ancianos, siendo además ella estéril.
Entonces Dios se le manifestó a Abraham de una manera sorprendente y maravillosa con aquel brasero humeante y aquella antorcha encendida, que pasaban por en medio de las víctimas partidas sobre la roca, víctimas sacrificadas por Abraham a nuestro Señor. Su situación demandaba una gran señal de Dios para acreditar y fortalecer aún más la fe de Abraham.
Cuando tú ores al Señor, no exijas ninguna señal, ni la esperes, sólo confía en Dios y aguarda sus formas, aún las más discretas de manifestación, cuando Él lo considere conveniente.
Jesús, siendo verdadero Dios, como verdadero hombre necesitaba fortalecerse para el cumplimiento de su misión, tremendamente demandante, pues tendría que dar la vida en la cruz, por nuestra redención. En aquella ocasión no se trataba sólo de fortalecerse a sí mismo, sino de fortalecer a tres de sus apóstoles, Pedro, Santiago y Juan, a quienes él había escogido como columnas puntales para edificar su Iglesia.
Aquellos que verán a Jesús totalmente desfigurado en la cruz, ahora en este día y lugar de oración, en lo alto del monte Tabor, ven a Jesús transfigurado en su rostro y en sus vestiduras. Junto a él ven que aparecen Moisés y Elías confirmando su mesianismo y la necesidad de pasar, a través de la cruz, a la gloria de la resurrección.
Éstos tres necesitaban una manifestación de la divinidad de Jesús de este tamaño y magnitud, tanto por el sacrificio de haber dejado familia, trabajo y todo cuanto tenían para seguirlo, como por la tarea que les aguardaba de propagar entre los hombres la fe en Jesucristo.
Si Jesús subió con ellos a tan alta montaña, ¿a ti quien te ha llevado?, ¿a quiénes has llevado tú? Lleva a tus hijos desde pequeños a la experiencia del encuentro con Dios, sin esperar a que crezcan un poco más. Desde tu mismo hogar, llévalos al encuentro con Dios. Cualquier niño, desde que nace, está listo para encontrarse con el Señor, aunque para ti sea más cómodo alejarte de la Eucaristía, con el pretexto de que están muy pequeños o de que pudieran molestar a los demás asistentes. Desde la primera edad los niños captan, y tal vez más que nosotros, la experiencia del encuentro con Dios.
Lleva a tu pareja. Muchos noviazgos vividos ante Dios han tenido la fortuna de que la parte no creyente o no practicante viva un fuerte encuentro con el Señor, gracias a su pareja. Lleva a tus amigos, aunque tal vez algunos necesiten una experiencia de evangelización inicial en algún tipo de retiro espiritual. Llévalos, y te lo agradecerán toda la vida. En este tipo de retiros de predicación kerigmática, muchos han tenido fuertes experiencias de encuentro con el Señor, aún de formas sensibles, es decir, probadas por sus sentidos. El verdadero encuentro con Dios debe transformar la existencia humana.
En la segunda lectura, tomada de la Carta de san Pablo a los Filipenses, el apóstol llora al señalarles que “hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo… porque su dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en las cosas de la tierra” (Flp 3, 18-19). Lamentablemente, aquella constatación que hacía san Pablo en su tiempo y en aquella ciudad, hoy continúa en la práctica y en el pensamiento de muchos, no sólo paganos, sino de muchos bautizados, lo cual debe llenarnos de tristeza y vergüenza ante Dios.
No juzguemos a nadie, sino que roguemos a Dios por ellos, ya que Él es el único juez. Nosotros, si estamos escapando de estas realidades del mundo, esforcémonos por mantenernos siempre fieles al Señor, siguiendo la exhortación del apóstol.
Por otra parte, la tragedia de Ucrania sigue creciendo, y todos nos podemos dar cuenta del terrible dolor de aquel pueblo de hermanos nuestros. La Iglesia, la Cáritas Internacional y la Cáritas Mexicana, nos piden ser solidarios apoyando económicamente para palear un poco el sufrimiento de aquellos hijos de Dios. Le he pedido a cada párroco que promueva la caridad entre sus fieles, pero todos pueden participar depositando su ayuda en la cuenta bancaria de la Cáritas Mexicana que al final les comparto.
Sigamos pidiendo por la paz en Ucrania, en México y en el mundo entero. La violencia que ocurrió en el estadio de futbol de Querétaro el pasado sábado 5 de marzo, es del todo injustificable, más aún cuando parce haber sido planeada por una mente nefasta. Ojalá que los autores de la violencia se arrepientan y busquen la misericordia de nuestro buen Padre Dios. Ojalá que las autoridades hagan justicia clarificando y compartiendo oportunamente su investigación. Además, se han de tomar las medidas indispensables para evitar estas manifestaciones de terror. Esto que sucedió no tiene nada que ver con el auténtico espíritu deportivo, el cual debe fomentar la hermandad, el entretenimiento, la convivencia amistosa, familiar y la mente sana.
Que tengan una feliz semana. ¡Sea alabado Jesucristo!
Cáritas Mexicana I.A.P.
Banco: BBVA/Bancomer
Cuenta: 0123456781
Clabe interbancaria: 012 180 001234567815Para que sea extendido su recibo deducible es importante que informen que su depósito es para apoyo a los hermanos en el conflicto en Ucrania, anexen sus datos fiscales y envíen la imagen de su ficha de depósito a los correos:
alianzas@caritasmexicana.org
donantes@caritasmexicana.org
Tel: (55) 5563 6543 / 5563 1604.
+ Gustavo Rodríguez Vega
Arzobispo de Yucatán